8 Curiosidades sobre Avilés

La ciudad de Avilés pertenece a esa clase de sitios que están señalados, o bendecidos por la historia y que guarda interesantes singularidades y curiosidades.





1. La villa de Avilés aparece mencionada por primera vez en un documento en el testamento del rey Alfonso III, en el año 905. 

2. El escudo de Avilés alude a la toma de Sevilla por Fernando III,  el 20 de mayo de  1248, cuando una nave mandada por el cántabro Ramón Bonifaz y el avilesino Rui Pérez rompió un puente de barcas que cerraba el paso por el río entre la torre del Oro y el castillo de Triana. 

3. El Cañon de Avilés. A 8 millas de la bocana de la ría de Avilés, el mar se hunde hasta los 4.000 metros de profundidad: es el cañon de Avilés, un paraíso para la flora y la fauna, una accidente geográfico único en Europa y uno de lo más singulares del mundo. 

4. LasTropas de Napoleón. En 1809 las tropas de Napoleón prohibieron a los avilesinos comer tortilla de patata con huevo. El pueblo respondió con tridentes en alto. Con las cosas de comer no se juega en Avilés y menos aún en plenas fiestas de San Agustín. 

5. Población con muralla, era signo de riqueza. Avilés fue, durante siglos, el más importante puerto de la costa atlántica española. Los avilesinos de hace siglos enterraban a sus muertos en el entorno de las iglesias, e incluso dentro de ellas, hasta que los criterios sanitarios se impusieron y desde 1787 una norma obliga a sacar los cementerios fuera de las ciudades. 



6. Los bancos de piedra de Carlos III en Avilés. Los Canapés. Se construyeron hace tres siglos era la principal entrada de la ciudad, Carlos III ordeno su construcción, por lo que estos bancos datan de 1786. 

7. Jamón de Avilés… ¿Jabugo o Sabugo?. El Jamón de Avilés fue famoso y gozó, durante el siglo XIX y parte del XX, de gran prestigio en toda España y en el extranjero, siendo premiado en las Expos Internacionales de Londres y Paris 

8. 1917 Cuando había vampiros en Avilés.  El vampiro de Avilés era un indiano enfermo de tisis que, antes de salir de Cuba, había recibido el consejo de un curandero negro de beberse la sangre de un niño sano para recuperar la salud. La víctima, Manolín Torres, fue encontrado en La Arabuya, con dos cortes en el cuello y ni una gota de sangre en el cuerpo.